Elizabeth "Beth" Short nació en Massachussets el 29 de julio de 1924. Era una mujer atractiva de tez blanca, cabello negro y ojos verdes. Su cabello, así como su costumbre de usar siempre vestidos negros y provocativa ropa interior oscura, le valieron el sobrenombre con el cual pasaría a la historia: la Dalia Negra (The Black Dahlia), haciéndose eco de una película famosa por entonces, La Dalia Azul. Y, sin saberlo, su muerte la convertiría en un apasionante personaje en los anales del crimen.
Tenía deseos de ser una estrella de cine, pero su llegada a la Meca del Cine no fue como ella esperaba. Incapaz de conseguir algún papel, terminó relacionándose con varios personajes sórdidos. Encontró en el alcohol un refugio y pronto comenzó a prostituirse. Era bisexual, así que su clientela era numerosa.
Un día desapareció, algunos dicen que se iba a reunir con un hombre, al parecer resulto ser su asesino, este hombre la torturo de tal manera que es donde el terror y lo siniestro invade la historia. Primero la amordazó y desnudó completamente; luego la amarró de las muñecas y los tobillos con una cuerda, y la colgó de cabeza, suspendida del techo.
Así colgada, la golpeó a puñetazos en repetidas ocasiones en todo el cuerpo. Después le quitó la mordaza y procedió a cortarle con un cuchillo los músculos risorios del rostro, para mantenerla sonriendo grotescamente mientras duraba el brutal martirio.
El asesino se dedicó entonces a aplicarle cigarrillos encendidos en los pechos, tras lo cual seccionó un pezón. Le hizo además incisiones con una navaja en varias partes del cuerpo. Con el mismo instrumento, grabó en uno de sus muslos las letras mayúsculas "BD", iniciales de "Black Dahlia".
Le arrancó pedazos del muslo y se los introdujo en el ano y la vagina. El examen de su estómago indicaba que la obligó a comer excremento. Finalmente, la partió en dos a nivel de la cintura. Su tormento duró varios días y todo el tiempo estuvo consciente.
Su cadáver fue hallado el 15 de enero en el distrito de Crenshaw, al lado de la carretera, por un niño y su madre. El problema fue que los transeúntes creían que era un maniquí, el horror de saber que era una mujer y que su rostro estaba deformado, su cuerpo estaba mutilado, parecía que el asesino había experimentado con una rana y no con un ser humano. Nunca encontraron el asesino, pero las torturas que sufrió se han convertido en mitos y hasta hoy en día son historias de terror de los asesinatos sin resolver al igual que los crímenes de “Jack el destripador”.
Tenía deseos de ser una estrella de cine, pero su llegada a la Meca del Cine no fue como ella esperaba. Incapaz de conseguir algún papel, terminó relacionándose con varios personajes sórdidos. Encontró en el alcohol un refugio y pronto comenzó a prostituirse. Era bisexual, así que su clientela era numerosa.
Un día desapareció, algunos dicen que se iba a reunir con un hombre, al parecer resulto ser su asesino, este hombre la torturo de tal manera que es donde el terror y lo siniestro invade la historia. Primero la amordazó y desnudó completamente; luego la amarró de las muñecas y los tobillos con una cuerda, y la colgó de cabeza, suspendida del techo.
Así colgada, la golpeó a puñetazos en repetidas ocasiones en todo el cuerpo. Después le quitó la mordaza y procedió a cortarle con un cuchillo los músculos risorios del rostro, para mantenerla sonriendo grotescamente mientras duraba el brutal martirio.
El asesino se dedicó entonces a aplicarle cigarrillos encendidos en los pechos, tras lo cual seccionó un pezón. Le hizo además incisiones con una navaja en varias partes del cuerpo. Con el mismo instrumento, grabó en uno de sus muslos las letras mayúsculas "BD", iniciales de "Black Dahlia".
Le arrancó pedazos del muslo y se los introdujo en el ano y la vagina. El examen de su estómago indicaba que la obligó a comer excremento. Finalmente, la partió en dos a nivel de la cintura. Su tormento duró varios días y todo el tiempo estuvo consciente.
Su cadáver fue hallado el 15 de enero en el distrito de Crenshaw, al lado de la carretera, por un niño y su madre. El problema fue que los transeúntes creían que era un maniquí, el horror de saber que era una mujer y que su rostro estaba deformado, su cuerpo estaba mutilado, parecía que el asesino había experimentado con una rana y no con un ser humano. Nunca encontraron el asesino, pero las torturas que sufrió se han convertido en mitos y hasta hoy en día son historias de terror de los asesinatos sin resolver al igual que los crímenes de “Jack el destripador”.
3 comentarios:
Hola vi en un episodio de Indice de Maldad de Discovery Chanel, que el asesino resulto ser el padre de un ex policia y que todas las pruebas que el propio hijo del asesino las encontro, cuando su padre fallecio, ya que en su diario habia una foto de teresa y él tenia conocimientos de medicina y pudo haber hecho el asesinato, como cortarla perfectamente en dos.
Perdon me equivoque no se llama teresa se llama Elizabeth
Creo q soy un poco extraña, pero me gusta ver ese programa, pero al igual que otros asesinatos q nunca se resolvieron, queda la duda...
Pero yo no sabia q le había pasado, algunas imágenes eran muy horribles
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