La historia del cadejo es que es un perro que se aparece a la media noche. Si a una persona se le aparece el perro negro, le aparece un perro blanco que lo defiende, pero si esta persona es mala, la mata. Una particularidad del cadejo negro cuando persigue a su víctima es aruñar el suelo con sus garras. Si el sonido se oye cerca es que el está lejos de ti pero acercándose y cuando se oyen lejos es que ya lo tienes muy cerca, prácticamente encima, es lo último que escucharás antes de ser atacado.
El Cadejo es un mito que existe en casi todo el país, de él se cuentan muchas historias; según las personas que lo han visto dicen que existen dos tipos: el blanco y el negro. El blanco es bueno, va detrás del caminante solitario para protegerlo por las noches de los malos espíritus. Cuenta la leyenda que al Cadejo jamás hay que tratar de hacerle daño, porque entonces él se lanza sobre su agresor y lo revuelca en el suelo, lo muerde y lo deja herido mortalmente. El Cadejo blanco es un espíritu que protege al hombre que sale por las noches. Es un guardián que siempre acompaña a la persona hasta dejarla en su casa.
En cambio, el Cadejo negro deambula por las noches, éste carga un collar blanco.
Es un espíritu malo que ataca y mata a los caminantes nocturnos, “es el enemigo del trasnochador”.
Cuando éste encuentra en su camino a un individuo, se abalanza sobre él, lo derriba, lo golpea, lo deja mal herido y sin sentido, aunque no lo muerde.
El sujeto agredido queda dundo, tartamudo, con mucha fiebre y posteriormente muere.
Si el Cadejo blanco encuentra al Cadejo negro en el camino se traba entre ambos una tremenda y sangrienta lucha, hasta que cae vencido el negro. El blanco se asegura de que el sujeto que acompañaba el negro está a salvo.
Un espíritu protector
El Cadejo blanco es un espíritu protector, es un guardián natural que vela por las noches para que su contrincante no haga sus males. Generalmente, sale entre once y doce de la noche cuando los hombres van de regreso a sus casas, después de visitar a sus mujeres, practicar juegos de azar, tomar licor, etc.
El Cadejo es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo humano posee un animal de compañía. Este animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo. En la actualidad, se puede establecer comparaciones de lo anterior con el pensamiento cristiano, que expresa que el hombre tiene un ángel guardián que lo protege de los peligros. La creencia supone la existencia de un animal compañero para cada hombre. Ese animal es el Cadejo blanco.
Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados en El Cadejo negro, color tenebroso que simboliza la muerte, o sea, el mal en todas sus manifestaciones.
Los cadejos nunca se matan cuando se enfrentan a pesar de los encarnizados combates que libran en sus encuentros nocturnos.
Pero según dice la tradición, los dos son a cual más fuerte. En ellos se representa la lucha entre el “bien y el mal”.
También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienechor guardián de los caminos.
El Cadejo es un mito que existe en casi todo el país, de él se cuentan muchas historias; según las personas que lo han visto dicen que existen dos tipos: el blanco y el negro. El blanco es bueno, va detrás del caminante solitario para protegerlo por las noches de los malos espíritus. Cuenta la leyenda que al Cadejo jamás hay que tratar de hacerle daño, porque entonces él se lanza sobre su agresor y lo revuelca en el suelo, lo muerde y lo deja herido mortalmente. El Cadejo blanco es un espíritu que protege al hombre que sale por las noches. Es un guardián que siempre acompaña a la persona hasta dejarla en su casa.
En cambio, el Cadejo negro deambula por las noches, éste carga un collar blanco.
Es un espíritu malo que ataca y mata a los caminantes nocturnos, “es el enemigo del trasnochador”.
Cuando éste encuentra en su camino a un individuo, se abalanza sobre él, lo derriba, lo golpea, lo deja mal herido y sin sentido, aunque no lo muerde.
El sujeto agredido queda dundo, tartamudo, con mucha fiebre y posteriormente muere.
Si el Cadejo blanco encuentra al Cadejo negro en el camino se traba entre ambos una tremenda y sangrienta lucha, hasta que cae vencido el negro. El blanco se asegura de que el sujeto que acompañaba el negro está a salvo.
Un espíritu protector
El Cadejo blanco es un espíritu protector, es un guardián natural que vela por las noches para que su contrincante no haga sus males. Generalmente, sale entre once y doce de la noche cuando los hombres van de regreso a sus casas, después de visitar a sus mujeres, practicar juegos de azar, tomar licor, etc.
El Cadejo es el vestigio de una antigua creencia que supone que todo humano posee un animal de compañía. Este animal es el doble del hombre, de tal manera que la enfermedad o la muerte del primero conllevan la enfermedad o la muerte del segundo. En la actualidad, se puede establecer comparaciones de lo anterior con el pensamiento cristiano, que expresa que el hombre tiene un ángel guardián que lo protege de los peligros. La creencia supone la existencia de un animal compañero para cada hombre. Ese animal es el Cadejo blanco.
Dicho animal acompaña al hombre en todos sus viajes solitarios por la noche; lo protege y lo defiende contra los malos espíritus encarnados en El Cadejo negro, color tenebroso que simboliza la muerte, o sea, el mal en todas sus manifestaciones.
Los cadejos nunca se matan cuando se enfrentan a pesar de los encarnizados combates que libran en sus encuentros nocturnos.
Pero según dice la tradición, los dos son a cual más fuerte. En ellos se representa la lucha entre el “bien y el mal”.
También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienechor guardián de los caminos.
Aunque esta leyenda se cuenta en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Mexico y Nicaragua, con diferentes versiones, lo que comparten es que es un perro negro que sirve como una advertencia para las personas, como toda leyenda, siempre tiene una moraleja, por lo que no se puede dejar de lado que en las noches hay un perro negro esperando...
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